La nevada, que podría tener proporciones históricas según algunas proyecciones de los servicios meteorológicos, se espera impacte la ciudad de Nueva York con fuerza este viernes en la tarde y deje entre 10 a 14 pulgadas de nieve y ráfagas de viento de hasta 65 millas por hora.
Y es que luego de la experiencia vivida con el paso del huracán Sandy en octubre, cuyos efectos todavía se sienten en el área, tanto las autoridades locales como estatales ya se han movilizado para estar listos para lo peor. Por ello, se decidió que las aerolíneas cancelen sus vuelos desde ahora, para evitar que miles de pasajeros se queden varados en las terminales aéreas.
Tan sólo en la Gran Manzana el alcalde Michael Bloomberg ordenó que se esparcieran unas 250,000 toneladas de sal, y se movilizarán 1,270 vehículos quitanieves y 1,582 personas. "Esperamos que los pronósticos estén exagerando sobre la cantidad de nieve, pero uno nunca puede estar seguro", dijo Bloomberg.
Por su parte los ciudadanos no se quedaron atrás, y desde este jueves ya se veía a muchos neoyorquinos haciendo compras para estar listos en caso de tener que lidiar con una fuerte nevada: palas, sal, linternas y comida, eran algunos de los artículos más demandados.
La nieve comenzaría a caer en la mañana de este viernes, pero no será hasta en horas de la tarde, precisamente durante la "hora pico", cuando comience la mayor precipitación.
Es recomendable estar preparado para enfrentar posibles retrasos y hasta cancelaciones en los servicios del transporte público masivo de la ciudad. Ya Amtrak anunció que suspenderá su servicio de trenes del Northeast en la tarde de este viernes.
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