La jueza del juzgado de atención permanente de la provincia de Santo Domingo dictó este domingo tres meses de prisión preventiva contra los padres del alegado narcotraficante Junior Javier Minaya Germán, alias “Gilbert el de Guajimía”, su viuda y otra mujer, quienes fueron apresados la mañana del viernes.
Josefina Hubiera dispuso que Rafael Minaya, padre de Junior Javier; cumpla la coerción en la cárcel de La Victoria, mientras que la madre, Hilaria Nolasco; Daniela Durán Santos, viuda del sindicado capo, y Giselle Carrasco Jiménez, esposa de alias “El Topo”, deberán hacerlo en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres. “El topo” es hermano de “Gilbert”.
La sentencia se produjo cerca de las 4:00 de la tarde, y de inmediato los abogados defensores dijeron que “fue la crónica de una muerte anunciada”, y alegaron que la magistrada acogió cada uno de los pedidos del Ministerio Público.
El conocimiento de la coerción estaba pautada para las 2:00 de la tarde y ya había sido pospuesta del día anterior.
“Eso se venía venir, pero la defensa técnica de los imputados vamos a reunirnos para determinar los pasos a seguir, porque vamos a desmontar punto por punto cada una de las violaciones que tanto a la Constitución de la República, al Código Procesal Penal y a los pactos internacionales de derechos humanos de los que República Dominicana es signataria se hicieron en este caso”, dijo el abogado Raúl Amburgo Mena.
Amburgo Mena, representante de los esposos Minaya-Nolasco, dijo que el grupo fue acusado de asociación de malhechores y tráfico de drogas.
Al respecto, observó que a la defensa se le impidió el acceso a las actas del allanamiento en que alegadamente se incautó la droga, señalando que el operativo fue hecho de madrugada y que hay contradicciones en horas y fechas de las actas levantadas, lo que evidenciaría que se trató de una acción ilegal.
“Usted se imagina que en esa casa había drogas en todas las habitaciones, en la cocina, en el baño, en la sala, y hasta en la casa del perro: eso no es creíble y evidencia que hay otros motivos”, dijo. Definió a Hilaria Nolasco como “una pobre mujer que se ganaba la vida vendiendo fritura, y eso lo puede atestiguar toda la comunidad”.
Antes de conocerse la coerción, Hilaria Nolasco dijo a los medios de comunicación que “de lo que se trata es de querer silenciarnos para que no digamos quiénes iban a buscar dinero, para que no digamos los políticos y los policías que iban a buscar dinero”, refiriéndose a su denuncia anterior de que su hijo fue “asesinado” por interés de políticos y oficiales que lo protegían y se beneficaban de él.
Fuente/ElCaribe.com
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