El presidente del Instituto Cubano de la Música quiere erradicar de la isla los ritmos “pseudoartísticos” y “los textos agresivos, textualmente explícitos, obscenos, que tergiversan la sensualidad consustancial a la mujer cubana”, insertos en “soportes musicales cuestionables o de ínfima calidad”.
Orlando Vistel se refería así al reggaeton, el cual quieren eliminar por atentar “contra la ética ciudadana” y desvirtuar “la verdadera imagen de la creación artística”.
También afirma que desde su organismo ya han adoptado medidas como “la descalificación profesional de aquellos que violen la ética en sus presentaciones” y la “aplicación de severas sanciones a quienes desde las instituciones, propician o permiten estas prácticas”.
Vamos, que es una auténtica perreada la que le hacen a los artistas cubanos.
Las medidas no se quedan ahí y trabajan en una ley que regirá la música popular. Desde aquí no podemos hacer más que estar en desacuerdo con lo que sea prohibir “porque sí”.
Que el estilo musical será como es, pero si los ciudadanos lo quieren y mientras no se vulnere ningún derecho humano no debería haber problema.
Se empieza así, se pasa a banear el metal por satánico, el modernismo por modernismo y nos quedamos con el pop de Andy & Lucas. Y así no. ¡Suerte, cubanos!
Fuente/Tanaka Music
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