Aida de los Santos viajo hace dos dias a Puerto Rico desde la Republica Dominicana para enfrentar la acusación.
El cónsul de la República Dominicana en San Juan, Máximo Taveras, señaló hoy a Efe que contratará los servicios del abogado José Lozada para la defensa de su compatriota, que, voluntariamente, regresó a Puerto Rico para encarar los cargos de asesinato en primer grado, destrucción de evidencias y violación de la Ley de Armas, en un caso que catalogó de "misterioso".
La Fiscalía, después de más de dos años de la marcha de la mujer a la República Dominicana, reabre un caso en el que el Ministerio Público afirma tener "pruebas circunstanciales", señala Taveras, para acusar a la ciudadana dominicana, antigua empleada de hogar de Irizarry Yunqué y su esposa asesinada, Georgina Ortiz Ortiz.
Los hechos en los que se implica a De los Santos se remontan a lo ocurrido el 17 de agosto de 2010 en un apartamento del distrito de Condado de la capital puertorriqueña, donde murió Ortiz Ortiz a causa de una herida por arma blanca en el cuello.
El cuerpo de la fallecida fue encontrado por su marido, de cerca de 90 años, lo que dio paso a una investigación en la que De los Santos resultó la única detenida.
La ciudadana dominicana, a la que se aplicó la condición de testigo potencial que estipula la ley local, fue ubicada en el Albergue para Víctimas y Testigos, y ante sus quejas y la amenaza de suicidio pasó a disposición de Inmigración para que fuera deportada a la República Dominicana por haber entrado en Puerto Rico de forma ilegal.
El cónsul dominicano recuerda que durante dos años la Justicia puertorriqueña, por falta de pruebas contundentes, se olvidó de la acusada hasta que, de forma sorprendente, Fiscalía decidió acusarla de asesinato en primer grado aduciendo "pruebas circunstanciales".
De los Santos, tras conocer los cargos que pesaban en su contra, decidió, voluntariamente, viajar a Puerto Rico y ponerse a disposición de la Justicia local.
"Viene voluntariamente, lo que muestra su disposición a colaborar", apunta el diplomático, tras recordar que si De los Santos hubiera querido podría haber demorado su vuelta a Puerto Rico en al menos 3 años dado lo largo del proceso de extradición y el que las autoridades locales habrían tenido que solicitar ésta a Santo Domingo vía Estados Unidos.
"Tuvo una decisión valiente al venir", aseguró Taveras, que se reunió el jueves con la acusada en el Cárcel de Mujeres de Vega Alta, en el norte de Puerto Rico.
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