República Dominicana garantizó su pase a cuartos de final del torneo de voleibol femenino en Londres-2012, tras derrotar 3-0 a Argelia, lo que las colocó en el cuarto lugar de la tabla, clasificatorio para la siguiente fase, en la que encarará a la favorita Estados Unidos.
Las dominicanas, que conquistan su segunda victoria seguida, cerraron este domingo la pizarra en 25-15, 25-16 y 25-13, y se ubican en la cuarta posición de la tabla del grupo A con seis puntos, por detrás de Rusia, Italia y Japón.
Es la primera vez que el seleccionado dominicano llega a esta etapa del torneo olímpico.
En su participación en Atenas-2004 -la única hasta ahora- el equipo quedó en la posición 11, eliminada en primera ronda.
"Logramos el objetivo que era pasar a la próxima fase", indicó el entrenador de Dominicana, el brasileño Marcos Kwiek, consciente del difícil reto que tendrán en cuartos de final, Estados Unidos, líder de la llave B y sin chances de que pierda la punta por los resultados del domingo.
"Si bien es el equipo más fuerte de estos Juegos Olímpicos, también es de los equipos que hemos enfrentado más, que conocemos más. Las jugadoras se conocen y respetan mucho. Hemos estudiado, hemos entrenado", añadió.
Además de Argelia, Dominicana venció al Reino Unido, ambos rivales de menor nivel.
Pero con Italia, Rusia y Japón no pudieron por lo que es casi seguro que no avancen a la semifinal.
"Hemos venido recuperándonos de las primeras derrotas y ya tenemos la mente en Estados Unidos, es difícil, pero el balón es redondo y tienes seis contra seis en la cancha", indicó Prisilla Rivera, que terminó con 19 puntos.
La capitana Milagros Cabral de la Cruz, con 11 en el partido, salió emocionada, llena de lágrimas. Esta es su última olimpíada tras anunciar su retiro.
"Ahora es que me doy cuenta que me quedan pocos partidos", dijo. En el partido, Argelia puso algo de resistencia al comienzo y asumieron inclusive por momentos el control del marcador.
Con el 10-9 en la pizarra, la levantadora Karla Echenique daba ánimos a sus compañeras. "Vamos, vamos, vamos", les repetía.
Y las comenzaron a salir, llevando la ventaja a seis puntos y asumiendo el control del partido, pero sin la fuerza y contundencia que demostraron en otros partidos.
"Lo más importante era no cometer errores. Este era un juego difícil porque representaba nuestra clasificación", explicó el estratega. Kwiek no arriesgó como en otros juegos con servicios de fuerza y apostó en el primer set más por un juego táctico, dejando en el banco a la poderosa Bethania de la Cruz Peña.
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