Hilda Polanco, una dominicana de 38 años de edad y residente en el Alto Manhattan y que sufre de artritis crónica y alergias severas, se presentó a la emergencia del hospital Lincoln en El Bronx, porque estaba teniendo dificultades para respirar.
En vez de salir como pensaba: curada, la madre criolla se despertó en una habitación con un perturbado mental encima, agarrándole los senos y manoseándole su parte íntima.
La dominicana relató que ahora, además de las otras enfermedades, tiene que luchar contra el trauma, el insomnio y la depresión que le produjo la agresión sexual del perturbado mental.
El incidente ocurrió luego que la ingresaran a una sala en el octavo piso del necrocomio a las 6:00 de la mañana. Anunció junto a su abogada Martha Gold que ha entablado una demanda por $20 millones de dólares contra la Corporación de Salud y Hospitales por negligencia y mal manejo de su caso.
Narró que luego de algún tiempo estando en la camilla, notó la presencia de un hombre gordo, alto y fuerte que merodeaba a través de la ventanilla. Le preguntó a una enfermera la que le contestó que el hombre es un enfermo mental. El incidente ocurrió el 7 de febrero de este año.
En un momento, el hombre trató de entrar a su habitación, pero se contuvo. Pero luego de quedarse dormida por unas tres horas, sintió como si estuviera viviendo una pesadilla y al despertarse, el desequilibrado estaba encima de ella, agarrando sus senos y su parte íntima.
“Me agarró por las manos y grité”, narra la dominicana. Me dio una mirada que me atemorizó y cuando grité y lo empujé, salió corriendo de la habitación”, explicó.
Se queja de que la estación de enfermeras respondiera a sus gritos varios minutos después del incidente y criticó que la actitud de las asistentes médicas, fue muy desdeñosa hacia ella.
“Una de las enfermeras se echó a reír y dijo que lo único que yo quería era que me despertaran o jugar”, añadió la dominicana que ha interpuesto una demanda por $20 millones de dólares contra la Corporación de Salud y Hospitales.
Cuenta que ante el temor de que el ataque se repitiera, pidió que la cambiaran a otra habitación, pero no le hicieron caso. Fue trasladada a otro cuarto al día siguiente, luego que se quejara directamente con la administración del hospital que inició una investigación del caso.
La policía del hospital la interrogó horas después de la agresión y mientras ofrecía su declaración, el agresor sexual entró una vez más a su habitación y fue empujado por uno de los oficiales de seguridad.
El perturbado fue identificado como Lance Jones, quien sólo fue interrogado por el acoso. Martha Gold, abogada de Polanco criticó al hospital por la negligencia en arrestar al atacante de la dominicana y el pobre manejo del caso. “Esto es indignante”, sostiene la jurista.
Por su parte un portavoz del hospital Lincoln, defendió la actuación del centro diciendo que se actuó con rapidez y se les notificó a tiempo a las autoridades sobre la agresión de Jones contra Polanco.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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