Este es el increíble -y al final gracioso- caso de Andrea Amanatides de 38 años de edad, quien intentaba introducir contrabando en una cárcel del condado de Albany, cuando el dispositivo (intrauterino) falló y empezó a botar por sus pantalones pastillas y heronína.
Andrea estaba llena con antidepresivos, pastillas para dormir y calmantes: 90 de “Lyrica”, 37 tabletas de “Adderall”, 50 de Valium, 43 “Trazadones”, 10 “ambiens”, 26 Oxycontins y cuatro bolsas de heroína.
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