La localidad austriaca de Fucking (término inglés que denomina el acto sexual) no cambiará su nombre.
Los medios internacionales habían anunciado la celebración de un referéndum para rebautizarla, hartos ya de haberse convertido en un imán para turistas angloparlantes, ladrones de señaléticas y objeto permanente de burlas por Internet.
Franz Meindl, alcalde de la localidad de Tarsdorf, que incluye al pueblo, rechazó las informaciones que aseguraban que el nuevo nombre sería Fugging para poner fin a estas bromas. "No sé de dónde ha sacado esta historia la prensa internacional.
Se discutió hace unos años, pero no se acordó nada y ahora no es materia de discusión", aseguró sorprendido a la agencia Reuters.
Lo que sí parece claro es que los residentes están un poco cansados de estar en el centro de todas las miradas por este motivo, que aparentemente complica sus tranquilas vidas.
Y es que ver constantemente a visitantes sacándose fotos con los carteles haciendo posturas indecentes no debe ser muy edificante, después de todo.
Sólo hay que echar un rápido vistazo a la red para darse cuenta del furor que provoca entre los visitantes más ingeniosos.
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