Los errores más comunes de las mujeres en la cama

Siempre existirán pequeños errores que podrían convertirse en una terrible calamidad sexual si no los detectas a tiempo.A continuación un listado con los errores más comunes:

1.    No decirles lo que realmente queremos: en las relaciones, tanto a nivel afectivo como sexual, las mujeres cometen el error de pensar que ellos son adivinos. ¡No mujeres, no lo son! La comunicación en pareja es tan importante como llevar las finanzas y las cuentas al día. Háblale, cuéntale, explícale qué es lo que te gusta, dónde y cómo. A ellos les gusta que les facilitemos las cosas.

2.    Dejarse las medias o calcetines puestos: para los hombres, no quitarse las medias es lo más cercano a lo anti sexy  que existe. Ellos te quieren ver TOTALMENTE sin ropa.

3.    Equivocarse de nombre, llamar Pedro a Juan: a todas nos puede pasar, la memoria nos puede jugar una mala pasada, pero ante todo,  trata de memorizar su nombre y pensar antes de hablar.

4.    Esther Balac, comunicadora e investigadora en temas de pareja, en su libro El club del buen sexo, menciona los siguientes errores:

-    No dejar que nos miren: a ellos los excita vernos sin ropa, así no seamos modelitos de playboy.
-    Hablar y hablar después: no hay hombre, por  comprensivo que sea, que se aguante un discurso cuando él lo que quiere es mantener la boca cerrada y mirar al techo.
-    No tener iniciativa: a todos los hombres les parece jarto. Mueren por la innovación.
-    Fingir orgasmos: no son bobos. Casi siempre lo detectan y nos llevan la cuerda, lo que no quiere decir que no les importe.
-    Comparara sus medidas: ¡Ya! Por lo menos a mí el tamaño no me importa. No lo hagan.

5.    No depilarse: ellos sienten que están con un macho si rozan unas piernas peludas. Por lo menos, el bikini, te lo rogamos.

6.    Que no sepan hacer sexo oral. lo mencionamos anteriormente, habla, pregúntale cómo le gusta, cómo no le gusta. Consejo de ellos: ¡no dientes por favor!

7.    Que siempre quieran tener la luz apagada: no te avergüences de tu cuerpo, si lo estás, se verá reflejado en tu actuación en la cama. Recuerda que ellos son muy visuales y no están pendientes de los pocos o muchos gramos de celulitis que tienes o de aquellos kilos de más.

8.    Usar la ropa interior no adecuada: el solo hecho de tener ropa interior bonita, eleva nuestra autoestima y nos hace sentir sexies. Invierte un poco de dinero y de estilo en este tema y recuerda que así estés soltera debes usarla, no sabes en qué momento vas a conocer al hombre de tus sueños.

9.    La vaca muerta: ¡Por favor no! Lo disfrutan los dos, el trabajo es de dos. No le dejes toda la labor física. Colabórale, muévete, sedúcelo con tus movimientos.

10.    Ser muy escandalosas: gritos con medida, más bien gime. Las mujeres muy escandalosas desconcentran cualquier cercanía de tener un orgasmo, además, no creo que vivan en una finca aislada sin vecinos alrededor, para no cometer la imprudencia de perturbar a nadie.

11.    Calienta huevos: o lo das o no, punto. Nos odian si después no salimos con nada.

12.    Hacer el ridículo en el pre: está bien que quieras seducirlo con bailes sexys antes de la función principal, pero no te quieras convertir en Esperanza Gómez sin estar segura de lo que estás haciendo.

13.    El mal olor: la higiene es importantísima. Además del baño diario, es aconsejable usar paños húmedos para limpiar tus zonas íntimas cuándo estás todo el día fuera de casa. La higiene oral, lavarse el pelo seguido, usar un buen perfume es clave.

El ejercicio pleno de nuestra sexualidad depende en gran medida de lo bien que nos sintamos con nosotras mismas. La educación sexual, tema que a lo largo de los años y gracias al cambio que ha surgido en nuestra sociedad con la liberación femenina – liberación más no libertinaje-, hace que las mujeres de hoy en día disfruten más de sus cuerpos y de su sexualidad. Publicaciones como Scientific American revelen que el 20 por ciento de las mujeres nunca han sentido un orgasmo, cifras como estás no deberían ser una constante. Es un hecho que los tiempos han cambiado y la creencia de que como mujeres estamos solo para dar placer, más no para recibirlo, es una falacia.