La artista, que se considera inocente respecto del uso de su pasaporte extraviado y que fuera “macheteado” por otra persona, ruega que se le restablezca su visado.
Le confiesa a José Jáquez en su libro biográfico “Si quiere venir, que venga” que está dispuesta a arrodillarse ante quien sea para obtener el permiso de viaje. La artista popular, probablemente por una confusión o acción de otra persona, fue injustamente despojada de su visa hace 11 años por las autoridades de migración norteamericanas.
Su situación revela el libro, se complica, porque existe una competencia entre empresarios dominicanos en Estados Unidos, que se disputan el derecho a representarla.
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