La procuradora de la Corte de Apelación de Santiago, Bielka Calderón, pidió ayer paciencia a las reclusas del Centro de Corrección y Rehabilitación (Rafey Mujeres) de esta provincia, quienes insistentemente reclaman que se les permitan tener relaciones sexuales con sus cónyuges y parejas, tal como ocurre con los hombres privados de su libertad.
A este respecto, la máxima representante del ministerio público en Santiago dijo que la situación de las reclusas de Rafey que exigen sexo no está en sus manos, porque todo depende del movimiento feminista.
Subrayó que las feminnistas entienden que si las autoridades obligan a las internas a usar anticonceptivos y u otros métodos que podrían prevenir embarazos, estarían invadiendo su privacidad y quitándoles a la vez sus derechos a la libertad.
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