Parecía algo cómico. Fuerzas de seguridad, incluidos policías de verdad y militares de verdad, fueron rápidamente movilizados por la organización del carnaval de este municipio para tratar de impedir que desfilara la comparsa “Llegó Papá”.
Hasta contratistas de seguridad privado fueron llamados hasta el fondo, donde se reunían las comparsas.
La instrucción era evitar que el personaje “Llegó Papá” desfilara ante los decenas de miles de personas que estaban en la avenida España disfrutando del último de los tres días del carnaval de Santo Domingo Este.
La instrucción era evitar que el personaje “Llegó Papá” desfilara ante los decenas de miles de personas que estaban en la avenida España disfrutando del último de los tres días del carnaval de Santo Domingo Este.
Allá arriba, sobre el techo de un todoterreno estaba “Papá”, vestido de de traje blanco con su “banda presidencial” sobre el pecho “custodiado” por sus “guardias de seguridad”.
Delante varios “militares” y un “franqueador” en su motocicleta.
“Papá”, con su calva inmensa y reluciente, estaba sereno.
Luis Henríquez se presentó al lugar con la intención de evitar que “Papá” entrara al escenario del carnaval.
Lo acompañaron policías de verdad, y policías municipales de verdad; también guardias de verdad, para oponerlos a los “guardias y policías” de mentira que “cuidaban” a Papá.
Por un momento, las cosas se pusieron “feas”.
Sobre todo, cuando al lugar llegaron regidores del Partido Revolucionario Dominicano que auspiciaban la comparsa y reclamaron que a esta se le permitiera ingresar al desfile, que estaba detenido.
Luis Henríquez, el coordinador del carnaval, le comentó a Ciudad Oriental que no se podía permitir el acceso de esa comparsa para “no politizar” la fiesta.
La comparsa “Llegó Papá” incluía, además de la “seguridad” del “Presidente Hipólito”, a un grupo de personas que le acompañarían gritando “¡Llegó Papá!”.
A lo largo de su recorrido, miles de personas detrás de las barandillas coreaban entusiasmados “¡Llegó Papá!”.
Oficiales de la Policía Nacional, de la Policía Municipal y de los “contratistas” (¿serán mercenarios?), se incrustaron dentro de la comparsa.
Hasta policías vestidos de civil, de esos que siempre envían a vigilar las protestas populares, se metieron en la comparsa.
Estaban listos para arrestar a “Papá” y a los restantes miembros de las comparsas.
-“Esos son unos tigres. Algunos son drogadictos de ahí de villa Duarte y Maquiteria. Quieren provocar un lío. Están artillados”, dijo de forma presurosa Luis Henríquez.
Oficiales de la Policía Nacional, de la Policía Municipal y de los “contratistas” (¿serán mercenarios?), se incrustaron dentro de la comparsa.
Hasta policías vestidos de civil, de esos que siempre envían a vigilar las protestas populares, se metieron en la comparsa.
Estaban listos para arrestar a “Papá” y a los restantes miembros de las comparsas.
-“Esos son unos tigres. Algunos son drogadictos de ahí de villa Duarte y Maquiteria. Quieren provocar un lío. Están artillados”, dijo de forma presurosa Luis Henríquez.
Lo que resulta curioso es que el carnavalero que personificó a “Papá”, es el mismo que en varios carnavales anteriores representó al “Presidente Leonel Fernández”, quien siempre fue acompañado de sus “guardias de seguridad”.
No se percataron de que una parte de la multitud gritaba “¡Llegó Papá!
Tampoco se dieron cuenta de que las tarimas VIP se estremecieron con gritos de “¡La quinta pela va!”.
Las dos tarimas VIP reaccionaron casi con histeria al ver la comparsa.
-“¡La quinta pela va!, ¡La quinta pela va!”, gritaban.
El regidor Luis Flores y otros se sacaron la correa y la hicieron girar sobre sus cabezas.
Tampoco se dieron cuenta de que las tarimas VIP se estremecieron con gritos de “¡La quinta pela va!”.
Las dos tarimas VIP reaccionaron casi con histeria al ver la comparsa.
-“¡La quinta pela va!, ¡La quinta pela va!”, gritaban.
El regidor Luis Flores y otros se sacaron la correa y la hicieron girar sobre sus cabezas.
Debajo, en las gradas, donde estaban las gentes de a pie, la multitud, mayoritariamente, gritaba “¡Llegó Papá!”, otros, los menos, también gritaban “¡La quinta pela va!”.
En las tarimas VIP volvieron a vibrar, pero esta vez, aplaudiendo a “La Primera Dama”.
-“¿Porqué permitieron que desfilara la Primera Dama?”, le preguntó a Luis Henríquez.
-“Para equilibrar, porque los perredeístas desfilaron con la suya”, respondió.
Sin embargo, esta vez, Jaris Ramírez y Mildred Charlot sí se percataron de ese personaje y hasta lo mencionaron, aunque no despertó el mismo entusiasmo que la comparsa que representaba “¡Llegó Papá”.
Por lo pronto, algo quedó claro, en el Carnaval de santo Domingo Este, “Leonel” se transformó en Hipólito”.
-“¿Porqué permitieron que desfilara la Primera Dama?”, le preguntó a Luis Henríquez.
-“Para equilibrar, porque los perredeístas desfilaron con la suya”, respondió.
Sin embargo, esta vez, Jaris Ramírez y Mildred Charlot sí se percataron de ese personaje y hasta lo mencionaron, aunque no despertó el mismo entusiasmo que la comparsa que representaba “¡Llegó Papá”.
Por lo pronto, algo quedó claro, en el Carnaval de santo Domingo Este, “Leonel” se transformó en Hipólito”.
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