Tanto que se habló del caso, tanto que se criticó y precisamente fueron ésas, las mesas que primero se vendieron.
El caso es para registrarlo en el libro de records Guinness. Porque el citado recital aparentemente sólo está destinado a los "poderosos", si tomamos en cuenta que los únicos precios que se han dado a conocer son los de 30 mil y 300 mil pesos.
La "mamasota" dueña del salón de la esquina, el mezclador del edificio de la Núnez de Cáceres o el barbero más "vacano" del barrio que se olviden, que ahí no pueden entrar. Lo que no se sabe es cómo la gente sencilla sigue escuchando la música de El Mayumbú, porque al parecer a él no le interesa tenerlos entre su público.
Y para que no nos llamen "envidiosos" como reza uno de los temas del famoso bachatero, y ya que empezamos con un refrán, terminaremos con otro, que también se aplica a lo que denominamos "el fenómeno Anthony Santos", ahí va: "al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga".
1 comentario:
Señores, es una fiesta y una mesa no la paga una sola persona, yo he estado en fiesta con el y me tire foto y no soy pelotero, traficante ni politico. hay mesas de todos tipos y esas mesas tienen su bebida incluida, si entran 4 personas a como saldrian.
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