Todo indicaba que esta vez Juan Manuel Márquez lograría vencer al filipino Manny Pacquiao, pero los jueces lo hicieron de nuevo y Dinamita fue derrotado en las tarjetas.
Tras una pelea muy apretada en la que uno tiraba un golpe y el otro de inmediato salía a responder, los jueces vieron ganar al tagalo por 114-114, 115-113 y 116-112, para imponerse en esta tercera contienda por decisión mayoritaria.
Entre chiflidos y abucheos, el filipino festejó la victoria ante el asombro de los asistentes.
“Segundo robo en línea. El mundo sabe que yo gané y fue muy claro”, dijo Márquez, quien abandonó el ring tras escuchar la decisión, sin llegar a escuchar que el promotor del evento estaba ofreciendo el hacer desempate en mayo de 2012.
Desde el primer episodio, Márquez y Pacquiao comenzaron de manera inteligente a buscar imponer sus estrategias. No se apresuraban a golpear, pero avanzaban a velocidad.
Juan Manuel, cuidando que el filipino no lo conectara con la peligrosa izquierda, fue el que salió ganando, pues a base de jabs y uppers logró que el campeón se metiera en su ritmo.
Con el apoyo volcado por completo a su favor, Juan Manuel lució fuerte, rápido y consistente. Logró que el oriental de 32 años retrocediera en el encordado. Basado en un castigo metódico, logró mantener a distancia con el jab a un tagalo que no pudo acomodarse en la contienda y mientras pasaba el tiempo comenzaba a frustrarse.
Al tercer giro, la pelea era tan apretada que ambos púgiles no sabían quién iba a la cabeza, por lo que el pupilo de Ignacio Beristáin comenzó a presionar la contienda, buscaba sacar aun más de balance al PacMan.
Un choque de cabezas en el cuarto asalto cortó al filipino en la ceja derecha, pero provocó que Pacquiao reaccionara y buscara cerrar con fuerza para lograr uno de sus mejores episodios durante la contienda.
Al quinto episodio ninguno de los dos peleadores cedía terreno, pero, sin duda, la estrategia del Márquez era mucho más sólida y a con el upper cut lograba lastimar a Pacquiao, provocando múltiples cortes internos en la boca del asiático.
Juan Manuel llegó al sexto asalto dominando las tarjetas y echó por la borda todas las predicciones, pues a base de un contragolpeo siguió sumando a su tarjeta. Al son de “Cielito Lindo”, Dinamita conectó una derecha que cimbró por completo a Manny, quien intentó tomar revancha, pero su contundencia no fue la misma.
Para el noveno giro, Pacquiao cambió la estrategia y buscó el intercambio de golpes que lo llevara al triunfo, pero se encontró con un mexicano que supo cómo evitar los ataques de su rival con maestría hasta que se encontró con una izquierda de Pacquiao que por momentos lo dejó mareado sobre el ring.
El cambio del filipino logró sacar de concentración a Márquez, quien enojado por los golpes recibidos, descuidó su guardia y comenzó a aguantar golpeo constante de su rival.
Para el último round, Pacquiao se amarró al centro del ring, dejando en manos de Márquez toda la acción y dejándole la única oportunidad que tenía de empatar el duelo.
Al final del encuentro y mientras Michael Buffer anunciaba los resultados, los aficionados se dedicaron a abuchear al filipino, quien se declaró ganador a pesar de la lluvia de objetos lanzados al ring: “Gané de manera clara y si él quiere, puedo volverlo a enfrentar”, precisó el aún campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo.
Via Milenio.com / Érika Montoya
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