Toyota, Nissan y Honda, los principales espadas del motor japonés, paralizarán la producción en sus fábricas por los temores de nuevas réplicas del seísmo, como mínimo, hasta el martes de la próxima semana.
El motor nipón dejará de fabricar 26.400 coches cada día que los fabricantes, que son líderes mundiales en el sector, decidan paralizar el normal funcionamiento de las plantas del país para asegurar la seguridad de sus empleados. El año pasado, Japón superó los 9,3 millones de unidades producidas, con una media de 802.400 automóviles al mes. El motor representa el 17% de toda la industria del país, que es el cuarto mayor exportador del mundo.
Daños colaterales
El daño sufrido por las infraestructuras portuarias de Japón provocará un impacto negativo muy importante en las exportaciones niponas. Aún no existen estimaciones fiables, pero los fabricantes estadounidenses son los que más retrasos sufrirán en los pedidos de piezas procedentes del país.
En consecuencia, la falta de suministro ralentizará la producción de las fábricas estadounidenses, especialmente las de los fabricantes japoneses.
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