De ABC.ES
Ignacio González, tiró el cuponazo premiado, pero lo halló tras vaciar el contenedor en la calle.
Pero en unos minutos pasó de la euforia a la inquietud y casi al llanto al descubrir que había perdido los cupones premiados; no solo eso, sino que pensando que eran de la semana anterior estaba convencido de que los había roto y los había arrojado a la basura. Primero buscó y rebuscó por cada rincón de su casa sin el menor resultado—no ha trascendido si ya había contado lo ocurrido a sus colegas de peña—; más tarde vació y espulgó cada resto de los que habían ido a parar a su cubo de la basura.
El hombre puso el contenedor boca abajo y separando cabezas de marisco, raspas de pescado y restos del asado de Nochevieja dio con los boletos de manera casi milagrosa. Los cupones premiados no pasarían un concurso de limpieza pero estaban intactos: arrugados, como si alguien a quien la suerte lo esquiva por enésima vez los hubiera arrojado al cubo con furia, pero nada más. Desde luego, cobrarse podían cobrarse y de eso era de lo que se trataba.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Los enfermeros se caracterizan por la disponibilidad de ayuda hacia las personas cuando se encuentran mal de salud; sin embargo, en alguna...
-
Los jóvenes presentadores de Extremo a extremo serán la imagen de unos paquetes de bodas que un hotel de Punta Cana usará de promoción. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario