“¡Qué bueno sentir que estoy en Puerto Rico! ¡Bienvenidos al mundo de Aventura! ¡Arriba boricuas!”, exclamó Romeo al terminar esa canción, justo antes de empezar El desprecio.
El primer beso que Romeo lanzó a sus fanáticas ocurrió en la segunda canción que interpretó; el que le dio en la boca a una, en la quinta; pero los de ellas le llegaban a él desde que Aventura empezó a repartir bachata la noche del viernes en el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, San Juan.
A juzgar por los gritos, había más puertorriqueños que dominicanos, según se identificaron cuando el vocalista preguntó por cada nacionalidad. A las 10:10 de la noche, sólo algunos asientos estaban vacíos en el Choliseo; a las 11:10, ya estaban ocupados.
El intérprete y los músicos hicieron gala de su capacidad para la seducción de masas con comentarios entre las canciones, coqueteos, preguntas directas a individuos que separaban del resto e invitaciones constantes a levantar las manos, aplaudir y corear, aunque la audiencia no necesitaba esas peticiones para hacer esos gestos. También mostraron la camaradería que comparten los cuatro integrantes de este grupo de bachata, como cuando se dividían en grupos de dos (Henry y Lenny versus Romeo y Max) para probar quiénes eran los favoritos.
Se trata de la misma fórmula que trajeron en 2008 y el año pasado en República Dominicana.
El recinto, estructurado en 360 grados –con el escenario en el centro–, se cundió de gritos a las 9:47 de la noche, cuando aparecieron el vocalista Anthony “Romeo” Santos, el compositor y vocalista secundario Henry Santos, el director musical y guitarrista Lenny Santos, y el bajista Max “Mikey” Santos.
Cada uno de los miembros del grupo de bachata se turnó los puntos cardinales según interpretaban Por un segundo en medio de un aluvión de alaridos que se mantuvo ininterrumpido al menos durante los primeros tres números.
Fuente/Primerahora.com
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