Fue una gran sorpresa para las hijas del presidente estadounindense Barak Obama.
Mientras se encontraban en el colegio, su padre encargó que instalaran en el patio de la Casa Blanca un flamante juego de columpios, que las dos niñas no se esperaban para nada.
El resultado: al verlos, las hermanas, de diez y siete años, estallaron de alegría y se quedaron jugando durante más de una hora en la tarde de ayer, con temperaturas de menos de cero grados.
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