La Reina de España conoció ayer el oasis de la escuela Angélica Massé, en la que 337 niños de cuatro a nueve años tiene ante sí un futuro mejor gracias a la educación, en uno de los barrios marginales de Santo Domingo, y la vulnerabilidad de los pequeños que trabajan en la calle en la provincia de San Cristóbal.
Los pequeños recibieron a la Reina con canciones de bienvenida y, pasados los primeros minutos de vergüenza se deshinibieron ante la cercanía y el cariño que les mostró Doña Sofía, que agradeció sus regalos, especialmente canciones y sonrisas.
Después de recorrer las siete aulas, la Reina estuvo con las madres de estos niños, quienes le explicaron las dificultades que habían tenido hasta que el pasado mes de agosto comenzó a funcionar el actual centro.
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