Durante la juramentación el viernes del ahora gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, dos de las figuras más esperadas en el importante evento político fueron la pareja de esposos Marc Anthony y Jennifer López, quienes arribaron al Capitolio en el Viejo San Juan, por el ala sur, poco después de las tres de la tarde.
Al bajarse de una guagua negra con cristales ahumados, el cantante, quien vestía una etiqueta negra, se limitó a decir a los medios: “Es un honor el estar invitado en un día muy importante para Puerto Rico, que es parte de nuestra historia”.
Poco después, y rodeados de guardaespaldas que impidieron con empujones el trabajo de los reporteros, los artistas ascendieron por las escalinatas de la parte trasera del inmueble.
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