Berlín
Un desempleado de 58 años que mató a su mujer y convivió con el cadáver dos meses para seguir cobrando la jubilación, fue condenado a doce años de cárcel por homicidio.
La Audiencia Provincial de Hildesheim, al suroeste de Alemania, tuvo en cuenta la grave depresión que sufría el procesado -por carecer de empleo y estar fuertemente endeudado- como atenuante a la hora de dictar la pena.
El acusado, que percibía el subsidio por desempleo (900 euros) y la jubilación de su mujer (400 euros) convivió con el cadáver de esta última durante dos meses.
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