El último soldado de las fuerzas estadounidenses salió de Irak a través de la frontera con la vecina Kuwait al romper el alba del domingo, mientras las tropas gritaban aclamaciones y saludos en medio de un estallido de júbilo y alivio, reportó The Associated Press.
La salida de las tropas marca el fin de la divisiva guerra que se prolongó por casi nueve años y dejó a Irak hecha trizas, mientras que persisten las interrogantes sobre si la nación árabe se mantendrá como férreo aliado de Estados Unidos.
La guerra inició el 19 de marzo de 2003, durante la administración del Presidente George W. Bush.
La misión significó la pérdida de vidas de 4,500 estadounidenses y más de 100,000 iraquíes, además de $800,000 millones del Tesoro y al menos 32 mil soldados heridos.
La gran interrogante de que si valió la pena, aún sigue sin respuesta.
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