La nueva variante ómicron del coronavirus amenaza con estropear las fiestas de año en Estados Unidos y abrumar los hospitales, que aún no se recuperan del caos causado por la variante delta.
La Casa Blanca insistió el miércoles en que no hay necesidad de ordenar un confinamiento colectivo, ya que las vacunas están totalmente disponibles y a todas luces protegen contra los síntomas graves del COVID-19, pero aun si la ómicron causa síntomas más leves que la delta, parece ser capaz de evadir vacunas y presenta particularmente una amenaza para los ancianos y las personas que tienen sistemas inmunológicos débiles.