10 de abril de 2021

Ocho errores que debes evitar al usar tus tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito son un arma de doble filo: si las sabes utilizar, se convierten en un gran aliado que te permite crear un buen historial crediticio y controlar mejor tus gastos, mientras que sin el conocimiento adecuado pueden afectar tus finanzas, incluso a largo plazo.


“Iniciamos con una tarjeta de crédito y es muy común que tengamos otra como plan alternativo para enfrentar alguna emergencia. A esas dos se suman tarjetas de nuestras tiendas favoritas, y así llegamos a tener hasta nueve o 10”, asegura la coach financiera Sarah Despradel (@sarahdespradelm), para luego añadir que incurrir en faltas con estas herramientas es muy fácil y su uso inadecuado puede llevar a cometer faltas que, literalmente, pueden salir muy caras.

¿Quieres sacar el mayor provecho a tus tarjetas sin correr el riesgo de afectar tus finanzas? Evita estos ocho errores que lista la experta.

No conocer la información fundamental, como la fecha de corte, que es el día programado para realizar el cierre de los consumos, cargos y pagos del mes; la fecha límite de pago, la cual hace referencia al último día que tienes para realizar el pago mínimo, parcial o total de las sumas reflejadas en tu estado de cuenta; así como el límite, que es el monto total que te permite consumir la misma. Despradel sugiere tener una agenda donde revises tus compromisos o establecer alertas en el celular para no caer en pagar costos financieros por haber olvidado una fecha.

Vivir sin un presupuesto. El monto que deberías consumir es aquel que puedes costear al momento que llegue la fecha límite. Nunca idealices los montos disponibles de la tarjeta como una extensión de tu sueldo.

Realizar solo los pagos mínimos. Quizá esta pueda parecer una buena idea para estirar el dinero, pero la realidad es que esa medida en lugar de beneficiarte, te perjudica. ¿Por qué? Sencillo: además del saldo, también pagas intereses. Financieramente, los intereses de la misma son los más altos y cada vez que realizas avances de efectivo o que superas el límite de la tarjeta con un sobregiro generas cargos adicionales.

Ignorar los beneficios. El uso de esta herramienta puede ofrecerte muchos beneficios, como millas que puedes acumular para canjear por viajes, promociones y recompensas. Lo ideal es que pidas al banco referida información. Una vez seas consciente de los beneficios, ten cuidado en caer en las compras excesivas, pues podrías terminar pagando más en intereses que lo que recibirás de beneficios.

No ser consciente de que tu manejo sirve de referencia. Cuando manejas tu tarjeta de crédito vas dejando un rastro de tu comportamiento financiero que sirve como referencia para las entidades bancarias. Es decir, en base a eso, determinada entidad decide o no aprobarte un préstamo o sugerirte otras tarjetas.

Quedarte con las que no usas. Mientras menos tarjetas tengas, más fácil será organizarte además de que tendrás más impacto en una entidad, lo que se traduce en mayores beneficios. Definir las que son más convenientes para ti debe ser una obligación, así como eliminar las que no estés utilizando porque pueden convertirse en un gasto innecesario.

Usar una para pagar otra. Es un grave error, pues te ubica en una posición de falsa riqueza, además de que es un indicador para la entidad bancaria de que no puedes costearla. En poco tiempo eso te pasará factura.

Financiarlas. Cuando financias las tarjetas caes en una bola de nieve que pronto te puede dejar con menos disponibilidad para pagar y te puede llevar a lo que la experta llama “suicidio financiero”.

“Tus finanzas se drenan si descuidas tu manejo de las tarjetas de crédito. En momentos retadores es importante usarlas a tu favor”, concluye Despradel.

Fuente Diariolibre

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