Un hombre de 47 años de edad fue liberado el lunes luego de pasar 20 años tras las rejas por un crimen que no cometió y expresó estar satisfecho por haber salido de la cárcel pero nunca feliz por las dos décadas de vida que perdió encerrado.
“Mi nombre es Larry McKee. Fui condenado por un crimen que no cometí”, fueron las primeras palabras del hombre, compungido, al abandonar el tribunal del condado del Bronx como una persona libre.
McKee fue condenado en 1997 a un mínimo de 24 años de prisión y máximo a cadena perpetua por el asesinato de Theodore Vance, de 29 años de edad, y pasó 20 años tras las rejas pero siempre mantuvo su inocencia.
Vance murió de un balazo en una pelea ocurrida el 19 de febrero de 1996 en la calle 176, entre las avenidas Andrews y Montgomery, de El Bronx, pero la Fiscalía omitió entonces un detalle crucial que debió exonerar a McKee: Las últimas palabras de la víctima dando una pista sobre su asesino.
Según la Fiscalía del Bronx, hace unos seis meses el abogado de McKee los contactó con nueva prueba y les pidió investigar nuevamente el caso, a lo que accedieron y asignaron a una fiscal para revisar nuevamente toda la pesquisa.
La fiscal, Risa Gerson, revisó el expediente del juicio a McKee y entrevistó nuevamente a testigos del crimen y allí encontró un testimonio de una persona que escuchó las últimas palabras de Vance antes de morir:“Un hombre hispano” fue como la víctima identificó a su asesino.
“La prueba levantó la interrogante sobre si el asesino había sido identificado correctamente porqueMcKee es negro y se le debió haber entregado (la información) a la defensa” pero la Fiscalía entonces no lo hizo, explicó la entidad en un comunicado.
Ante esta nueva prueba, la fiscal Gerson pidió al juez Robert Torres anular la condena a McKee.
“Esto es particularmente perturbador. Hubo varios testigos que dijeron que vieron a un homicida hispano. Pedimos ahora que se anule la condena en el interés de la justicia”, dijo Gerson en sala.
Ante la petición de la fiscal el juez Torres anuló la condena y dejó a McKee libre: “Veredicto anulado, caso desestimado”, dijo, provocando aplausos entre el público en sala.
McKee expresó alivio al salir en libertad pero dejó claro, de palabra y gestos, que el desenlace no lo dejó feliz.
“Puedo decir ahora que estoy satisfecho pero no feliz, para nada, con todo lo que pasó, cómo ellos sabían desde el principio, sabían que no era yo”, afirmó.
Por su parte, la jefa de fiscales, Darcel Clark, celebró la revisión hecha por su oficina y dijo que se “corrigió un error del pasado. Nunca nos detendremos en nuestra misión de asegurar la imparcialidad e integridad en el sistema de justicia criminal”.
Fuente Univision
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