Samantha, conocida en toda la ciudad por combinar su trabajo de patrullaje en las calles del condado Suffolk, con sus apariciones en diminutos vestuarios que dejan ver casi todos sus encantos, dijo sentirse feliz por su primera presentación profesional como modelo.
La oficial dominicana del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y que llegó niña a Estados Unidos de la República Dominicana y residente en Long Island, dijo que el vestido de novia con el que desfiló, le produjo una adrenalina diferente a la que genera, cuando se pone las escasas ropas para exponerse con poses sexualmente sugerentes en las redes sociales.
Calificó de emocionante su actuación en la Semana de la Moda,
“Estoy inspirado por su confianza”, dijo el diseñador Akora. “Quería crear un vestido de novia para el nuevo milenio “.
El creador explicó que el vestido exhibido por Samantha, es de forma ajustada, con cuentas cosidas a mano para imitar ondas de agua.
“Quería capturar la fluidez y la serenidad de la luz”, añadió el diseñador.
“Son mucho más agradables porque sienten que me conocen. No soy sólo una policía idiota”, reaccionó Samantha al preguntarle por el respaldo y admiración que se ha ganado entre los comunitarios de Long Island.
“Sigo siendo la número 1 en excitación”, dijo la oficial y modelo.
Con 33 años de edad, ella dijo que planea intensificar su trabajo como modelo en todo el mundo, y estudiar actuación o producir un Reality Show en la televisión.
Explicó que no tiene novio y que el vestido con el que desfiló, no es presagio de futura boda.
PERFIL
Con apenas 5 pies y 2 pulgadas de estatura, un cuerpo explosivo y un hermoso rostro, la policía y modelo dominicana que llegó a los 5 años de edad desde la República Dominicana a Estados Unidos, se convirtió en un símbolo sexual de las redes sociales desde 2016.
Sólo en su cuenta Instagram @sammysep, acumuló, 110.000 seguidores en su primera etapa, con una lluvia de elogios, piropos y pasión por parte de miles de sus seguidores.
Modela ropa interior diminuta y trajes de baño y ha estado en pasarelas de Estados Unidos América Latina y Europa. Pero ella también es graduada en Administración de Empresas y está escribiendo un libro.
Se define fanática del ejercicio que moldea su feminidad “con más eficacia que un arma de fuego”.
Dice que habla con los hombres en las calles todo el tiempo, porque ellos no quieren pelear conmigo”.
Entró al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en 2010 y tres años después un amigo que trabajaba para una compañía de ropa interior y trajes de baño, la invitó a participar en un desfile de moda donde comenzó su nueva carrera.
Sepúlveda se negó a identificar el cuartel en el que trabaja, para evitar cualquier notoriedad, pero un sitio web del gobierno municipal de Nueva York la ubica como una oficial en la policía de Freeport (Long Island), ganando $143.000 dólares de salario el año pasado.
“Una mujer policía puede ser menos intimidante para los malos”, dijo Sepúlveda en una entrevista con el tabloide NY Post. “Con una mujer policía, la guardia baja. Hay menos agresión y la situación se desactiva”, explica la atractiva agente dominicana.
En el servicio, ella trabaja con su pelo recogido y con moño, sin maquillaje y un uniforme que cubre sus curvas.
“Trato de mirar tan masculinamente como sea posible”, dijo.
Pero no puede ocultar su atractivo.
En las escenas de los crímenes, muchos le dicen que “usted me puede detener en cualquier momento”.
Relata que una vez, mientras patrullaba el pueblo, ubicado a unas 35 millas al Este de Manhattan, ella y su compañero de patrullaje, persiguieron a un hombre que acababa de golpear a su esposa y amenazó con matar a los agentes que fueron a detenerlo.
Cuando vio a Sepúlveda, se congeló. “Usted es la policía más guapa que he visto nunca, ¿puedo llevarte a una cita?”, le preguntó el sospechoso que minutos después fue esposado por Samantha.
Recuerda que su madre trabajó en una fábrica para mantenerla a ella y una hermana.
Ganó una beca Lacrosse para entrar a la Universidad de Massachusetts, y se graduó Cum Laude con una licenciatura en administración.
Aclaró que no se graduó en Finanzas en la Universidad de Hofstra.
Prefirió ser policía y no una corredora de bolsas en Wall Street.
“Puede sonar cursi, pero ¿cuál carrera podría ayudar más a las personas, una que habla de dinero en Wall Street o la función pública de policía, con la que se protege a la gente?”, preguntó.
Sepúlveda ha modelado en Inglaterra, España, Australia y Nicaragua y está escribiendo un libro que busca, sirva de inspiración a las mujeres jóvenes, y el uso de sus habilidades financieras para colaborar en un proyecto de construcción de plantas de energía sostenible en Tailandia.
“He estado bajo el microscopio desde que empecé”, dijo respecto a su carrera de modelo.
Alega que sus poses “muestran el cuerpo de una mujer” y ella no cree que sean ofensivas.
“Si hay gente que las encuentra ofensivas, que cierren los ojos”, dijo.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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