Que el porcentaje de jóvenes que supera el cedazo de firmar y alcanza las Grandes Ligas es de un dígito es ampliamente conocido. De hecho, de 3,071 dominicanos que ficharon entre 2004 y 2010 solo 124 alcanzaron el Big Show, para un 4%, uno de los más altos de la última década.
Pero el filtro mayor, es decir, convencer a los cazatalentos de que a los 16, 17 o 18 años están las condiciones para ser reclutado como entienden la mayoría de padres con hijos en ligas o programas puede ser más titánico.
En 2016, apenas el 3.5% de los adolescentes que se inscribió al cumplir los 16 años fue firmado por las 30 organizaciones de la Major League Baseball. De 4,069 adolescentes que se inscribieron en la oficina de la MLB en el país solo 144 rubricaron sus firmas con los equipos, de acuerdo a los datos suministrados por la liga a DL.
Para un jugador estar hábil para ser firmado tiene que depositar su información una sola vez en su vida entre septiembre del año anterior y mayo del siguiente.
Es a los 16 cuando el jugador genera el mayor interés en Latinoamérica, es a la edad cuando puede recibir más dinero y así lo hacen saber las estadísticas más recientes.
Los llamados “Julio 2” representaron el 29% de los 490 jugadores que se reclutaron en el patio. Sin embargo, este grupo se llevó la enorme mayor tajada del pastel.
De los US$63,493,000 que destinaron los clubes a la caza del talento dominicano hubo US$45,932,000 que fue a parar a las primeras cuentas bancarias de los mozalbetes de 16. Esto representó el 72% del dinero para reclutamiento.
El otro 71% de los jugadores, es decir, los que tenían 17 o más en 2016 se tuvo que conformar con US$17,561,000 o lo mismo que el 28% del dinero.
Un prospecto reclutado con 16 juega su primera temporada a los 17 años y si evoluciona en función de las proyecciones de cuatro años a los 21 puede estar en el Big Show, como ocurrió en 2016 con Nomar Mazara y los Rangers de Texas.
Por Orlando Pierre Paul Calixte, jugador dominicano de ascendencia haitiana, los Medias Rojas habían ofrecido un bono de US$3 millones en 2008 cuando cumplió 16, de acuerdo a ESPN The Magazine de marzo. Sin embargo, irregularidades creadas por el uso del nombre que originalmente dio como Wilson (el de un hermano) demoró un proceso que conllevó un amplio papeleo en Puerto Príncipe, que incluyó sacar pasaporte del vecino país y dos años más tarde Kansas City fue quien más ofreció, un US$1 millón al antesalista de las Estrellas y Águilas en el pasado torneo. En 2015 Calixte debutó en Las Mayores.
Rafael Pérez, representante de la MLB en el país, desgrana las cifras y encuentra en ellas informaciones que desmonto el “mito” de que el que no es firmado a los 16 años “que deje eso”.
Pérez explicó que el 24% de los reclutados tenía 17 años, unos 118; otro 25% tenía 18 o lo mismo que 123 jugadores y el otro 21 % o 105 rozaba los 19 o más. En la medida en que avanza la edad no solo se reducen las posibilidades, sino también el tamaño del bono.
El caso venezolano
Venezuela es el segundo exportador de peloteros a las Grandes Ligas tras la República Dominicana, pero su enorme tamaño en población (tres veces la quisqueyana) y su vasto sistema de pequeñas ligas queda detrás de los duartianos a la hora de buscar firmas.
En 2016 se inscribieron 2,335 bolivarianos que cumplieron 16 años y del grupo fueron firmados 167 para un 7%, un porcentaje que dobla al de dominicanos en ese rango.
Allí también los Julio 2 “arrasaron” con el dinero. Esos 167 chamos de 16 recibieron US$41,521,000 de los US$45,828,500 que destinaron los equipos al reclutamiento en tierra de Bolívar y Miranda. Fue el 91% del dinero que terminó en sus cuentas, mientras que los otros 117 que tenía 17 años o más se quedó con US$4,307,500 o lo mismo que el 9%.
Nota de Netaly Perez
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