Los boricuas se enfrentarán a República Dominicana, primer lugar del Grupo C, el próximo martes en la segunda ronda a celebrarse en el Petco Park de San Diego, en la que será una repetición de la final del Clásico Mundial anterior.
Los boricuas sólo una vez estuvieron en desventaja en todo el torneo; durante el primer inning de este domingo contra Italia, que anotó abrió la pizarra.
Pero en esa misma primera entrada Puerto Rico marcó una, siguió con dos en la segunda y ya nunca más voltearon para atrás.
El marcador se volvió ya contundente cuando en el cuarto episodio Carlos Correa puso la bola del otro lado de la barda con cuadrangular de tres carreras. En ese momento, ya la única duda era si el partido podría terminar por nocaut, como sucedió en la jornada inaugural boricua contra Venezuela.
Correa produjo esas tres carreras para seguir consolidándose como uno de los estelares de su selección, en apenas su primer Clásico Mundial.
Kike Hernández empujó otras dos. Javier Báez, Francisco Lindor y Carlos Beltrán cooperaron con una cada uno.
El pitcher ganador fue José Berrios con cinco entradas de trabajo en las que recibió dos hits (ambos cuadrangulares) y tres carreras; ponchó a seis y otorgó un pasaporte.
El perdedor fue Luis Lugo, quien en cinco completas recibió cuatro carreras, aunque sólo tres limpias; regaló tres bases, sin ponches.
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