Una desbordada celebración en las gradas del jardín izquierdo del estadio de Maracaibo fue la gota que colmó las tensiones que llevaron a la suspensión definitiva del tercer juego de la final del béisbol profesional venezolano que se efectuaba el pasado lunes entre los Cardenales de Lara y las Águilas de Zulia, que se postergó para ayer, y se jugó a puerta cerrada.
Los incidentes se iniciaron en el 8vo. episodio cuando un cuadrangular de Mario Lissón de las Águilas empató el juego 7-7, lo que hizo estallar las gradas que estaban abarrotadas de frenéticos aficionados del equipo de casa, algunos de los cuales comenzaron a lanzar objetos hacia el terreno que cayeron en el bullpen de práctica de los visitantes.
El presidente de la Liga, Oscar Prieto criticó el comportamiento de la afición e indicó: “Creo que hay que darle una lección al público. Si te portas mal, te castigamos”.
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