Nueva York.- La cárcel de más alta seguridad en los Estados Unidos, “El Centro Metropolitano de Detenciones en Brooklyn” (MCD), y donde guardan prisión más de 200 dominicanos por diferentes delitos, es a donde fue llevado el capo de drogas mexicano Joaquín-Chapo-Guzmán, extraditado desde Ciudad Juárez, México, distante a unos 3,059 kilómetros, la semana pasada.
Hay aproximadamente 2 mil reclusos, los cuales son considerados muy peligrosos.
Dicha prisión está ubicada en la segunda avenida con la calle 26 y es visitada semanalmente por cientos de criollos que acuden a ver a parientes, amigos y relacionados. Para llegar al salón de encuentro con el reo, el chequeo a que son sometidos los visitantes es riguroso y tedioso, llevados a cabo por hombres y mujeres del Buró Federal de Prisiones, una división del Departamento de Justicia.
Entre los criollos que se encuentran actualmente presos en la misma figura Nelson Solano Guzmán, acusado de lavado y tráfico internacional de drogas. Allí estuvieron Quirino Ernesto Paulino y el ex general de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Francisco Antonio Hiraldo Guerrero. También José David Figueroa Agosto.
Figuras mundiales que se encuentran y han estado presos ahí está Mamdouh Mahmud Salim, descrito como la mano derecha de Osama Bin Laden, condenado a cadena perpetua, y los altos jefes del Cartel del Norte del Valle “Los Combas”, considerados los más sanguinarios en Colombia.
Estuvieron John Gotti, jefe de la familia criminal Gambino, el ex presidente de honduras Rafael Callejas, el ex presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, entre otros.
Hay prisioneros de casi todos los países del mundo, con frecuencia amistades o familiares vienen a Nueva York y se quedan por semanas en hoteles para poder ver personalmente sus gentes una vez semanalmente. El domingo es el único día que no hay visita.
Si el confinado no cumple rigurosamente las disposiciones establecidas en el MCD se le prohíbe que lo visiten, al igual que a la visita si las violan, se le niega su acceso, y en muchos casos es expulsado del edificio, o se le impone una sanción por una, dos semanas; uno, dos, tres, cuatro meses; por uno, dos, tres años, o definitivamente, dependiendo de la violación.
“Tiene seguridad extra, más allá de lo que habría en una zona restringida de internamiento”, indicó Catherine Linaweaver, que fue alcaidesa del penal durante 15 meses antes de retirarse en 2014.
El penal asistió a un audaz intento de fuga en 1982, cuando dos personas armadas secuestraron un helicóptero turístico e intentaron sacar a un preso desde el tejado. Cuatro años antes, tres prisioneros escaparon cortando los barrotes de sus ventanas.
En la planta 10 se encuentra la División de Internamiento Especial, varios reos pasan 23 horas al día en celdas de 6 x 3,6 metros (20 por 12 pies) y se les prohíbe comunicarse entre sí. Se estima que en una de esas celdas se encuentra El Chapo.
Para reducir el riesgo de que un preso adinerado como Guzmán pueda intentar corromper al personal, es probable que se limite el número de funcionarios que tendrá acceso a él y cada uno de ellos pasará controles adicionales de las autoridades penitenciarias, dijo Linaweaver.
Nota de Ramón Mercedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario