La oposición venezolana redobla este viernes la presión contra el presidente Nicolás Maduro con una huelga general que el gobierno prometió conjurar con intervenciones militares de las empresas que cesen actividades.
"El llamado a paro ciudadano es para el pueblo: a dejar las calles y puestos de trabajo vacíos (…) para presionar que el gobierno acate la Constitución y respete nuestro derecho a elegir", subrayó la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en un comunicado.
La huelga, que inició a las 06:00 locales (10:00 GMT) y concluirá a las 18:00 (22:00), es parte de la ofensiva que lanzó el miércoles la oposición para forzar la salida de Maduro del poder, tras la suspensión hace una semana del referendo revocatorio.
Efectivos de la Fuerza Armada, cuyo alto mando declaró esta semana "lealtad incondicional" al presidente, inspeccionarán 720 empresas para verificar que estén funcionando.
"Vamos a tener un despliegue para garantizar al pueblo acceso a los alimentos y medicinas, que ningún hospital esté parado. La única manera de salir de las dificultades es trabajando", declaró el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.
Maduro aseguró que responderá enérgicamente al "sabotaje" y "golpe parlamentario", refiriéndose a la huelga y al plan de la mayoría opositora legislativa de declararlo en "abandono del cargo", al responsabilizarlo de la crisis política y económica.
"No voy a aceptar ningún tipo de conspiración. Empresa parada, empresa recuperada por los trabajadores y la revolución", sentenció.
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