La iniciativa tiene en cuenta que el último adiós a un ser querido transcurre entre lágrimas, pero también entre cuentas, sobre todo en tiempos de alta inflación en Venezuela.
Haydeé Fernández enterró a su tío en el Cementerio Municipal de Barquisimeto, en el estado Lara. A la mala noticia del fallecimiento se sumó la del presupuesto. "Porque somos personas de bajos recursos, no tuvimos para enterrar a mi tío como nosotros verdaderamente hubiéramos querido, como él se lo merecía".
En medio de la crisis muchos optan por la cremación para ahorrarse el terreno en el campo santo y por velorios más cortos, de hasta dos horas. Un féretro puede costar hasta 13 salarios mínimos y un funeral unos 40.
Por eso, ante el panorama surgió una opción más accesible: los "biocofres"
Elio Angulo, creador Biocofres, explica que se trata de un féretro de cartón de cartón corrugado doble bold, que es "netamente ecológico: hecho de 80 % de material reciclable. Se adapta a todo lo que es las leyes venezolanas para el momento de hacer un féretro de cartón".
"Tiene las dos eco, ecólogico y económico", destaca Angulo. "Para hacer un ataúd de madera se talan entre 3 y 5 árboles para hacer 100 biocofres se tala un sólo árbol y de tala controlada".
Su uso se prevé de forma discreta. "Va dentro de una urna de madera para la velación que cumple con todas las normas. al momento de que los familiares decidan si va a ser inhumado o cremado, saldría biocofre de su ataúd e iría directamente a su traslado bien sea a las salas de cremaciones o al cementerio", explica Angulo.
Es una opción para los presupuestos más ajustados. Así lo cree Haydeé Fernández: "Estoy de acuerdo con las urnas ecológicas y la cremación porque verdaderamente la urna está muy costosa y no hay cómo costear los gastos".
Desde hace tres años, estos emprendedores venezolanos desarrollan la idea que ya existe en países como España, Colombia y Argentina y que en Venezuela está desde esta semana.
Fuente cnn
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