10 de abril de 2016

Manny Pacquiao tumbó dos veces a Bradley y gana por decisión unanime

Sin un título en juego, el filipino Manny Pacquiao se impuso el sábado a Tim Bradley por decisión unánime en lo que fue el tercer combate entre ambos pugilistas.

Los 14,665 asistentes del MGM Grand de Las Vegas terminaron de pie ovacionando al excampeón tras concluir el último episodio.

Los jueces del pleito vieron al filipino imponerse 116-110 en las tres tarjetas.

Tras el primer round que fue más de reconocimiento que acción, el filipino se vio más agresivo en el segundo episodio sin conseguir conectar un golpe que dañara a Bradley.

Sin embargo, en el tercer episodio en un intercambio de golpes, el estadounidense sacó la mejor parte.

A partir de ahí Pacquiao tomó control de la pelea y se vio más agresivo. Inclusive en el quinto episodio cuando Bradely tuvo al filipino contra las cuerdas, Manny supo salir y dominar el último minuto del round para llevárselo y en el sexto mostró su poder.


Fue un aviso de lo que vino en el séptimo episodio. La estrategia de Manny, esperar y contragolpear a Bradley rindió fruto. Una combinación de Pacquiao que terminó con un gancho de derecha, y entre lo que pareció un resbalón, fue contado como nocaut en favor del filipino, ampliando la ventaja que tenía hasta el momento.

Pero Bradley enseñó la madera de campeón en el octavo. Cuando parecía en problemas, el estadounidense descargó 10 segundos de pura dinamita contra el filipino contra las cuerdas, abriendo la posibilidad de un regreso en el combate.

Pero Manny calmó el ímpetu de Bradley en el siguiente round con un par de zurdazos que mandaron al nacido de Palm Springs a la lona por segunda ocasión en la noche.

Bradley estaba en necesidad de un nocaut para llevarse la pelea, pero Pacquiao no soltó el control durante los últimos episodios.

Tras el combate, al preguntarle si se retiraría, el filipino respondió simplemente “sí”.

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