A lo largo de una excelente carrera de dos décadas, David Ortiz ha atrincherado sus zapatillas en la caja de bateo ante los grandes lanzadores que las mayores les ha tenido que ofrecer.
De cara a su último partido inaugural como local en Fenway Park, Ortiz sintió un cosquilleo en el estomago cuando su hija Alex Ortiz, de 15 años, caminó hacia el terreno para la presentación del himno nacional de los Estados Unidos.
''Quedé atrapado en las emociones. Estaba muy nervioso. Fue una sorpresa'', aseveró el Big Papi tras la derrota que sufrieron contra los Orioles de Baltimore con marcador de 9-7.
''En algún momento empiezas a pensar sobre tus hijos, la manera como los ha criado y todas las cosas que has experimentado. Estaba pasando por esos recuerdos y fue bonito'', afirmó el toletero dominicano, que bateó de 5-2 con una carrera remolcada.
''Estaba más nervioso durante ese momento que en cualquier otro turno al bate que he tenido en mi carrera'', señaló el veterano de 40 años. ''No se trataba de mí. Se trataba de ella. Cualquiera que tenga niños reconoce lo que eso significa cuando estas viendo a tus hijos presentándose''.
El hecho que su compueblano Hanley Ramírez estuvo a su lado durante el tributo alivió sus angustias.
''Es lo mismo como si hubiera sido una hija o hijo mío'', indicó Ramirez a ESPN Digital. ''David es mi hermano mayor. Significa mucho para mí cuando lo miro. Es algo muy emocionante y bello''.
En la séptima entrada, David Ortiz logró escalar los anales de la franquicia, logrando su doblete número 292 de su carrera en Fenway Park, colocándose en un empate con Wade Boggs por el tercer lugar en la historia del estadio.
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