Rodríguez, tuvo que ser ingresado en la emergencia en ese centro asistencial, después que bolsitas de la droga, le explotaron dentro del cuerpo y comenzó a sentir los síntomas fatales de una alta sobredosis de heroína, luego de llegar desde la República Dominicana, donde estuvo dos semanas junto a su esposa e hijos.
El detenido, que reside en la ciudad de Lynn (Massachusetts), se “desapareció” por varios días en la República Dominicana y reapareció solo en su casa, sin que nadie sospechara lo que traía en el estómago, hasta que familiares lo encontraron con los estertores característicos de sobredosis de drogas.
Cuando los cirujanos lo intervinieron, le hallaron bolsitas de heroína en el estómago, los intestinos y el recto.
“Tenía heroína regada en casi todos los órganos digestivos de su cuerpo, porque al parecer, varias bolsitas de la heroína se le reventaron”, dijo una fuente médica a medios locales de Salem.
La lectura e instrucción de los cargos, se le hizo a Rodríguez el viernes último en la tarde y se le acusa por tráfico de heroína y posesión de una sustancia controlada.
El juez Matthew Machera de la Corte Superior del Distrito de Salem, también le ordenó entregar su pasaporte.
Rodríguez, de 51 años de edad, podría enfrentarse hasta 25 años en la cárcel. La policía estima el valor callejero de la heroína en unos $16.000 dólares.
Los médicos le suministraron “Narcan” una droga que neutraliza los letales efectos de la sobredosis por heroína.
Las bolsitas fueron descubiertas en el sistema digestivo de Rodríguez, cuando el personal del hospital escaneó sus intestinos y descubrieron una serie de masas en el estómago.
Una enfermera llamó a la policía de Salem, que estaban allí para observar desde una ventana como Rodríguez fue operado de urgencia para eliminar las bolsas, que contenían un total de 163,4 gramos de heroína, según la policía.
Miembros de la familia dijeron a la policía que él, su esposa y sus hijos habían ido a la República Dominicana para una visita de dos semanas cuando “desapareció”.
Reapareció el lunes en la casa de un cuñado en Lynn.
Por Miguel Cruz Tejada
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