Un avión de American Airlines que había partido de Londres tuvo que regresar después que una azafata se desmayara y otros tripulantes y pasajeros sintieran mareos, dos horas y media luego de despegar.
El capitán del Boeing 777 decidió declarar una emergencia y regresar al aeropuerto de Heathrow, pese a que se encontraba cerca de Islandia, donde también pudo haber aterrizado.
"Llevábamos cerca de dos horas y media de vuelo cuando por megafonía pidieron un médico, enfermera o algún profesional sanitario para asistir a un pasajero que se encontraba mal”, relató un pasajero al periódico Daily Mirror, “las luces de la cabina se encendieron y hubo mucha conmoción”.
Siete de los 13 tripulantes a bordo, junto a “muchos pasajeros” reportaron malestares.
Se desconoce qué pudo causar la misteriosa enfermedad y desde American Airlines han informado los servicios de emergencias están analizando la aeronave y el equipaje de los pasajeros.
El avión tenía como destino el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
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