Solo él jugaba su última partida; las otras tres sillas estaban vacías, aunque por momentos por el día algunos se sentaron en las restantes sillas.
A la corta edad de 23 años, Jomar Aguayo Collazo murió abatido a tiros durante una balacera ocurrida el pasado domingo, en el negocio El Regreso, en la calle Calzada de la barriada San José.
Esta vez se encontraba en otro negocio, el Bar Carmín, discretamente ubicado en una calle en la que se cerró el paso.
Se escuchaba la música de una vellonera.
Al entrar al bar, propiedad de la madre del occiso, bombas de diversos colores decoraban el lugar.
En una esquina cercana a la barra había una mesa blanca de plástico y allí, vestido con una indumentaria deportiva azul pavo, se observaba el cadáver sentado del joven, con su cabeza cubierta por una gorra, también azul, cabizbajo, mirando la jugada.
A juzgar por la forma como lo velaban, era un jugador de dominó consumado y ese era el bar que frecuentaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario