Carlos Gómez imploró para que lo dejasen jugar pese a una rebelde molestia en el pecho. José Altuve fue blanco de una temeraria barrida que le pudo haber causado una grave lesión. Dallas Keuchel lanzó magistralmente con tan solo tres días de descanso.
Los Astros, el equipo que hace apenas dos años perdió 111 juegos, rebosan talento y garra. Ante su mayor desafío de su asombroso de 2015, Houston venció el martes 3-0 a los Yankees de Nueva York en el juego de wildcards de la Liga Americana.
De vuelta a una postemporada por primera vez desde que fueron barridos por los Medias Blancas de Chicago en la Serie Mundial de 2005, los Astros ahora se dirigen a la casa de losReales de Kansas City, subcampeones de la pasada campaña, para la serie divisional al mejor de cinco partidos, que comienza el jueves.
"Venir al Yankee Stadium y jugar así de bien fue algo verdaderamente notable", destacó el barbudo Keuchel, el único lanzador que cosechó 20 victorias durante esta temporada en las mayores.
"Una victoria que lleva la marca de los Astros, con todos los elementos que nos caracterizan: los jonrones, los robos de base, buen pitcheo", comentó Jeff Luhnow, el gerente de los Astros que estuvo a cargo de revitalizar a una franquicia que en 2013 debió mudarse a la Americana.
Luhnow también se sintió reivindicado por el cambio que concretó a fines de julio por los servicios de Gómez, el dinámico jardinero central dominicano que en el cuarto inning sacudió un jonrón solitario, por lejos el batazo más importante en su corta carrera con Houston.
Gómez se perdió la última serie de la temporada regular debido a una distensión en un músculo del pecho, pero convenció al manager A.J. Hinch de ponerle en la alineación.
"No es un secreto que no estoy jugando con mi mejor forma física, me duele cada vez que abanico con el swing", dijo Gómez. "Pero todos los días hay que pelear. Me fajo para sacar lo mejor de mí".
Su llegada a Houston, el 30 de julio, fue producto tras el naufragio de un primer canje, cuando los Mets dieron marcha atrás en un acuerdo con los Cerveceros de Milwaukee. Nueva York obtuvo a Yoenis Céspedes, procedente de Tigres de Detroit, y el toletero cubano --con 17 jonrones y 44 remolcadas--, fue fundamental para ganar el título del Este de la Liga Nacional. En cambio, Gómez apenas bateó para .242 con cuatro jonrones y 13 impulsadas con los Astros.
"Uno hace esos canjes confiando que ese jugador te ayudará en un juego crucial, y esta no hubo un hit más importante en un juego tan importante como el que Gómez conectó esta noche. El canje valió la pena", dijo Luhnow a The Associated Press. "Realmente quería jugar esta noche. Así es Carlos, tiene esa personalidad de querer estar metido siempre en el medio de todo.
Su jonrón esencialmente terminó de marcar el rumbo del juego ante los impotentes Yanquis para celebrar con champaña por segunda ocasión en tres días.
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