El experimento inicial pondrá a prueba la seguridad de 20 millones de teléfonos celulares de manera simultánea.
Confiando en un cien por ciento en la efectividad de su ingenio, Hernández lanzo de inmediato un reto ofreciendo pagar 20 mil pesos a quien pueda violarla.
Al explicar en que consiste la plataforma, dice que esta “permite a los ciudadanos verificar quien es el propietario de un teléfono celular antes de comprarlo. Quien compre y active un teléfono robado podrá ser perseguido y sometido a la justicia”.
La plataforma tecnológica, según Hernández, será presentada, desde este lunes a partir de las 9:00 de la mañana hasta el viernes a las 5:00 de la tarde.
Hernández dijo que ofrece la plataforma como una donación pero para que funcione deberá ser administrada por el gobierno.
Explica que la donación se limita solamente al Software. El Gobierno será responsable por los equipos y sistemas necesarios para seguirla operando.
Una explicación de Amaurys a El Motín:Este Lunes 28 voy a poner en producción la plataforma tecnológica que he construidopara detener el “Robo de Celulares” en la Republica Dominicana.
El Registro Nacional de Teléfonos Celulares (RNTC) es una plataforma tecnológica que crea un registro de civil de “teléfonos celulares”, tal cual, el “registro de matrículas” de los vehículos de motor.
De esta forma el que compre un teléfono celular podrá verificar si ya está registrado a nombre de otra persona o si ha sido reportado robado. Si de todas formas lo compra y lo activa será perseguido por los organismos de seguridad.
El RNTC tiene medidas contra el blanqueo de números de serie y en una segunda etapa puede detener los “Teléfonos Clandestinos” (Celulares Maco).
La plataforma tiene una parte pública, que puede ser utilizada por los ciudadanos para verificar el número de serie de un aparato celular al momento de comprarlo. Y una parte gubernamental que solo se puede acceder desde las oficinas designadas por el Gobierno.
En la parte gubernamental los ciudadanos pueden registrar su teléfono o reportarlo como robado.
Vamos a abrir el acceso a la parte pública del sistema (Portal de Internet) para que los ciudadanos puedan verificar que la plataforma funciona.
También estamos ofreciendo una recompensa de RD$ 20,000 al primer experto en seguridad (Hacker) que pueda vulnerar el sistema.
La plataforma se pondrá en operación con 20 millones de teléfonos registrados.
Todos los teléfonos tendrán números de serie ficticios que van desde 100000000000001 hasta 100000020000000 en forma secuencial. Los primero 5 (100000000000001 hasta 100000000000005) tendrán “data representativa”. Los demás registros tendrán “data aleatoria” y están destinados a los expertos en informática para que ellos puedan verificar que el sistema funciona adecuadamente.
Una vez que el sistema haya sido validado por el público en general lo pongo a disposición del Gobierno para que ellos lo implementen si así lo desean.Estoy dispuesto a dar la aplicación como una donación al país. Mi contribución se limita simplemente a los programas. Quedará en manos del Gobierno hacer los arreglos necesarios para ponerla en producción.
Mi intención al hacer esto es simple:
Yo estoy haciendo todo esto para dar un ejemplo a mi país natal (La Republica Dominicana). Yo soy un joven de Bayaguana (Provincia de Monte Plata). Mucha gente piensa que solo por eso mi idea no va a prosperar.
Quiero demostrar que podemos tomar nuestro destino en nuestras propias manos y mejorarlo.
Quiero mostrar a los jóvenes que si usted tiene una buena idea puede ponerla a disposición de la sociedad, y su idea se va a imponer por sus propios méritos.
El RNTC es solo la cara de una plataforma más sofisticada para combatir la delincuencia en la Republica Dominicana. Obviamente, los detalles de eso no puedo darlos en público.
Sé que muchos pensaran que estoy actuando de forma arrogante. Lo entiendo; si me equivoco. ¿Qué importa? de todas formas seguiré siendo, con el mismo orgullo, un simple Bayaguanero.
Pero serviré de inspiración a otros como yo; y tarde o temprano uno de ellos lo va a lograr, luego otro; así hasta que nuestra sociedad termine empoderándose aunque yo nollegue a verlo.
Fuente elnuevodiario
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