19 de agosto de 2015

Miriam Cruz y dos cosas que nunca había dicho a nadie

Miriam Cruz cumplió años este lunes. Hubo bizcocho y celebración. A decir verdad no se oyó música suya; sino de otros.


Fue bueno el momento para confesar dos cosas por primera vez a Diario Libre: cómo grabó por primera vez uno de sus temas emblemáticos: “Yo había salido de gira por primera vez del país, tenía 13 años, mi padre siempre había querido eso para mí, y sé que estaba muy orgulloso de mí. 

De pronto avisan que mi padre había muerto. Vine por supuesto, y al día siguiente del sepelio me dicen: “Bueno, ya que estás aquí, vamos a aprovechar y grabar”. Y fue cuando grabé “El Africano” (“Mami, qué será lo que quiere el negro”). 

Por eso en esa grabación se puede sentir ese dejo de tristeza”, dijo La Diva del Merengue.

Otra cosa que declaró es que nunca ha reconocido que su primer impulso en el arte fue Julito Deschamps, quien residía frente a su casa. 

“A decir verdad, antes que a Wilfrido, tengo que agradecerle a Julito Deschamps que fue mi primer descubridor. Su hija era mi mejor amiga y vivíamos jugando. Julito me quería mucho, y fue él quien me decía que tenía que explotar mi talento. 

Él decía que yo cantaba muy bien. Un día cuando yo tenía 11 años quiso que fuera a un cumpleaños que había en un sitio al lado del Maunaloa, y me metieron al lugar, canté y con la misma me sacaron corriendo”.

Dos de sus anécdotas, nunca antes compartidas, que escucharon este redactor y Zoila Puello.

Nota de Alfonso Quiñones

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