El retraso en el chequeo migratorio en el Aeropuerto Internacional de Las Américas el viernes sólo se produjo en la sala A, afirmó ayer la Dirección General de Migración (DGM), que aseguró que la toma de datos biométricos en los aeropuertos y puestos fronterizos es similar al que se realiza en otras naciones.
Migración consideró como normal que en el inicio de la puesta en vigencia de ese tipo de registro de información de los viajeros, se produzcan “algunas debilidades”, y adujo que la situación del viernes se debió principalmente, al cierre de dos puertas de desembarque de la sala B, y esto provocó que tres vuelos programados para esa área se desviaran a la sala A”.
Dijo el organismo que la práctica regular de la administración del AILA es distribuir en forma equilibrada en las dos salas, A y B, los vuelos para evitar congestionamiento y reducir el tiempo de espera en las filas que se forman ante los mostradores de los inspectores de migración”.
Establece la DGM que en condiciones normales el estimado máximo de un pasajero en las salas de migración es entre 15 y 20 minutos para llegar ante el inspector, y el chequeo de su documentación y toma de datos no supera los 5 minutos.
Además “como es propio en todo cambio operacional, monitorizamos la puesta en marcha para hacer los ajustes necesarios al nuevo método”.
Señala en el parte de prensa que lo ideal es que eso no ocurra, “pero es una situación que se produce en los aeropuertos, aún en los de países más desarrollados, por diversas circunstancias, y quienes viajan con frecuencia han vivido muchas veces la experiencia de permanecer más de una hora en la fila para ser atendidos por un oficial de migración”.
Aseguró que el personal de migración ha sido capacitado para este nuevo proceso, necesario por los cambios que se registran en el entorno internacional, y cuya puesta en vigencia se extiende por todos los aeropuertos por razones de seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario