Karl-Anthony Towns, pivot de los Minnesota Timberwolves, debutó el pasado viernes en la cancha del Thomas & Mack Center de Las Vegas para el inicio de la Liga de Verano, con el duelo entre los Timberwolves y los Los Angeles Lakers.
“No les voy a mentir, inicié como cualquier otro novato”, dijo Towns. “Sentía muchas mariposas en el estómago. Me sentía muy nervioso. Las piernas estaban pesadas. Es tu primer duelo frente a todos. Simplemente intentas generar un cambio en la organización, especialmente por ser reclutado como número uno global”.
En ese partido también vió acción el base D’Angelo Russell, segunda selección global del draft
Minnesota se impuso 81-68, pero tanto Towns como Russell mostraron destellos de brillantez, junto a las fallas usuales de los novatos en su primera competencia oficial dentro de la NBA.
Comencemos con Towns, quien finalizó con 12 puntos, (4 de 10), con tres rebotes, cuatro asistencias y nueve faltas personales (no, no es ningún error de conteo, la Liga de Verano es magnánime y le permite a los jugadores cometer 10 faltas personales antes de ser descalificado). Las cifras quizá no impresionen, pero Towns mostró cierto rango en un tiro desde 17 pies, demostró su famoso gancho e hizo trabajo de calidad contra la doble marcación toda la noche.
Él lanzó pases precisos de un lado a otro de la cancha, hacia el lado débil del perímetro. Y dos veces contra un blitz de los Lakers, encontró a Othyus Jeffers en movimiento para lograr un par de encestes, el segundo que de hecho lanzó el balón mientras el segundo defensor apenas iba en camino.
“Me sentí cómodo ante la doble marcación”, dijo Towns. “Lo hice mucho en la universidad y en la preparatoria. Ya estaba preparado para eso cuando lo vi venir. Intentaba asegurarme que no solamente lanzara un pase ante la doble marcación, sino que fuera uno correcto que nos diera la oportunidad para anotar”.
Aunque la jugada de la noche para Towns quizá fue una que hizo ante marcación sencilla, con un impecable pase por la espalda hacia Lorenzo Brown, que es evidencia de que Minnesota tiene a un hombre grande con mucho talento, ubicación dentro de la cancha y disposición para jugar en equipo –algo que usualmente no se ve mucho en la Liga de Verano.
La Liga de Verano es una plataforma estelar para talento joven, pero a menudo se siente como si fuera básquetbol amateur con mucha pompa. Eso no fue el caso el viernes, cuando Las Vegas pudo ver a dos estrellas futuras muy inteligentes. Bueno, quizá en el caso de Towns, inteligente y endemoniado.
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