Lucas Michael Chansler, de 31 años y oriundo de Florida, fue condenado a 105 años de prisión tras declararse culpable de producir pornografía infantil, en noviembre 2014.
Chansler se hizo pasar por un adolescente que lograba que niñas se expusieran frente a una cámara web, para luego chantajearlas y lograr que le enviaran imágenes aún más explícitas.
Hasta el momento se han identificado 109 niñas, pero el FBI calcula que puede haber más de 350 víctimas que necesitan atención.
"No habíamos visto nada como esto"
Entre el 2007 y 2010 Chansler salió a la cacería de niñas en las redes sociales, usando distintas cuentas virtuales falsas en las que decía ser un adolescente de 15 años.
Al lograr la confianza de sus víctimas, las convencía de realizar actos sexuales o desnudarse frente a la cámara mientras grababa secretamente las imágenes.El FBI publicó en su página web varios alias que utilizó Lucas Michael Chansler en su esquema de extorsión sexual.
Después, las amenazaba con descargar tales imágenes por internet o enviárselas a sus padres, si las niñas no accedían a enviarle más fotografías explícitas, con requerimientos específicos.
Al momento de su arresto, los agentes informaron que Chansler tenía en su poder más de 80.000 imágenes de pornografía infantil y según el propio condenado, sus víctimas tenían entre 13 y 18 años, según informó la agencia de noticias EFE.
"Ninguno de nosotros en Jacksonville (Florida), incluyendo oficiales de la fuerza de trabajo y antiguos agentes que han estado trabajando estos tipos de casos durante años, habíamos visto nada como esto", dijo el agente especial Larry Meyer, encargado de la investigación del caso, en un vídeo de la campaña lanzada en la página oficial del FBI.
Chansler buscaba niñas de entre 13 y 18 años.
El hombre logró su objetivo haciéndose pasar por un admirador, conocido o un amigo de las víctimas para ganar su confianza.
Chansler había admitió utilizar las redes sociales para charlar con las niñas, argumentando que las adultas eran "demasiado inteligentes" para caer en su esquema.
El hombre logró su objetivo haciéndose pasar por un admirador, conocido o un amigo de las víctimas para ganar su confianza.
Chansler había admitió utilizar las redes sociales para charlar con las niñas, argumentando que las adultas eran "demasiado inteligentes" para caer en su esquema.
Fuente BBCMundo.com
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