La Oficina de Manejo de Personal (OPM por sus siglas en inglés) dijo el jueves que unos 4 millones de empleados y exempleados federales pueden verse afectados, en lo que constituye uno de los mayores ciberataques al gobierno en años.
Las autoridades creen que hackers chinos, posiblemente con nexos con el gobierno chino, han estado detrás del ataque, aunque no dieron detalles de cómo llegaron a esta conclusión.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, rechazó las acusaciones como “irresponsables”, afirmando que ataques así “generalmente son anónimos y hechos a través de las fronteras y sus orígenes son difíciles de descubrir”.
Un portavoz de la embajada china en Washington, Zhu Haiquan, enfatizó que China penaliza la piratería cibernética. “Sacar conclusiones apresuradas y hacer acusaciones hipotéticas es irresponsable y contraproducente”, añadió.
Como oficina de recursos humanos del gobierno federal de Estados Unidos, la OPM es vista como un blanco de alto valor. Sus computadoras almacenan información sensible sobre los empleados como los números de seguridad social, información de planilla, descripción de funciones, evaluaciones e información familiar.
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