Once de los choferes de Boca Chica acusados de amenazar con quemar un autobús cargado de niños, deberán cumplir tres meses de prisión en la cárcel de La Victoria como medida de coerción.
La jueza de la Oficina de Atención Permanente de la provincia Santo Domingo, Melania Cruz, impuso medida de garantía económica (RD$100,000) a uno de los implicados, debido a que se encuentra en mal estado de salud.
Ambiente tenso
Como si hubieran sido condenados a pena de muerte recibieron parientes de los choferes la noticia. Muchos lloraban, otros sufrieron ataque de nervios, algunos vociferaban improperios contra el sistema de justicia y otros se tornaron agresivos, a nivel de agredir a un periodista.
Los comunicadores fueron blanco de duras críticas por parte de familiares de los choferes, a quienes acusaron de ser los culpables de la situación, no solo quienes estaban en la Fiscalía, también otros comentaristas de televisión fueron severamente enjuiciados.
La peor parte de las reacciones negativas le tocó al periodista Rubén Darío Hernández, contra quien se ensañaron por ser el comunicador de Boca Chica y señalado por los parientes como “enchinchador” del caso. Hernández fue amenazado y agredido físicamente.
Fuente eldia
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