Expresó que su deportación es ilegal y procederá legalmente contra la línea aérea que lo transportó, de matrícula europea, debido a que el capitán de la tripulación no impidió el atropello.
Afirma que le dieron tantos golpes que no cesa el dolor de cabeza, de pecho, de riñones, y está sumido en un estado de nervios y en un cuatro depresivo.
Tuvo que ser llevado al médico tres veces por la crisis y los dolores. Ayer, le practicaron nuevos exámenes de radiografías en una clínica de esta provincia de San Cristóbal, donde reside.
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