“María W.”. Trabajó en 2014 junto al asesino de Germanwings, se declaró “impactada” y dio una pista clave para dilucidar por qué decidió estrellar el avión con 150 personas a bordo.
En una entrevista al diario, Maria W., una azafata de 26 años presentada por Bild como la antigua novia de Andreas Lubitz, dice que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una frase del piloto: “un día voy hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará”.
Según Bild, la joven, que dice estar muy “impactada”, voló cinco meses el año pasado con Andreas Lubitz en vuelos europeos, pero su relación, que habría durado el tiempo en que trabajaron juntos, nunca fue oficial.
Si Andreas Lubitz “ha hecho esto”, “es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio era prácticamente imposible”.
Germanwings, la compañía alemana propietaria del Airbus 320 que se estrelló, es una filial de bajo costo de Lufthansa.
La joven explica que acabó la relación con Andreas Lubitz “porque cada vez era más evidente que tenía un problema. Durante las discusiones se irritaba y me gritaba. Por la noche, se despertaba y gritaba ‘¡nos caemos!'”.
“Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el contrato (de trabajo), demasiada presión”, asegura.
“Era capaz de esconder a los demás lo que realmente le ocurría”, dice la joven, que asegura que “no hablaba mucho de su enfermedad, solo que tenía un tratamiento psiquiátrico a causa de ello”.
Fuente infobae
En una entrevista al diario, Maria W., una azafata de 26 años presentada por Bild como la antigua novia de Andreas Lubitz, dice que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una frase del piloto: “un día voy hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará”.
Según Bild, la joven, que dice estar muy “impactada”, voló cinco meses el año pasado con Andreas Lubitz en vuelos europeos, pero su relación, que habría durado el tiempo en que trabajaron juntos, nunca fue oficial.
Si Andreas Lubitz “ha hecho esto”, “es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio era prácticamente imposible”.
Germanwings, la compañía alemana propietaria del Airbus 320 que se estrelló, es una filial de bajo costo de Lufthansa.
La joven explica que acabó la relación con Andreas Lubitz “porque cada vez era más evidente que tenía un problema. Durante las discusiones se irritaba y me gritaba. Por la noche, se despertaba y gritaba ‘¡nos caemos!'”.
“Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el contrato (de trabajo), demasiada presión”, asegura.
“Era capaz de esconder a los demás lo que realmente le ocurría”, dice la joven, que asegura que “no hablaba mucho de su enfermedad, solo que tenía un tratamiento psiquiátrico a causa de ello”.
Fuente infobae
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