Un empresario de San Francisco de Macorís denunció que dos miembros del organismo de seguridad estatal G-2 le robaron 125 mil pesos, tomando como pretexto una requisa su vehículo cuando en la carretera San Francisco de Macorís-Nagua.
Indignado, narró que los agentes del G-2 revisaron a una de sus hijas, menor de edad que tiene problemas mentales, alegando que ésta podría tener las sustancias prohibidas, y comenzaron a manosearla, insinuando que ella tenía la droga porque estaba asustada.
Hedel López Rodríguez, propietario de una agencia de venta de vehículos y de una banca de apuestas, dijo que los agentes del G-2, le sustrajeron la referida suma que llevaba en su vehículo luego que fuera mandado a detener sin ninguna razón.
Identificó a los miembros del G-2 del ejército sólo comVeloz y Williams, contra quienes presentó formal querella ante la Procuraduría Fiscal del Distrito Judicial de Duarte.
El empresario agregó que no conforme con la desaparición los 125 mil pesos, los agentes le incautaron una pistola y le “fabricaron” un falso expediente por supuesta posesión de drogas, sólo con la finalidad de justificar el robo.
Indicó que fue encarcelado de manera arbitraria y sometido a la justicia en base al falso expediente, y que logró su libertad tras pagar una fianza de 5 mil pesos.
López Rodríguez explicó que transitaba por la carretera San Francisco de Macorís-Nagua, en los alrededores de la comunidad Monte Negro, cuando los agentes le mandaron a detenerse, y ahí empezó su calvario.
“Viajaba en compañía de mis dos hijas, una de 11 años y una de 13, cuando me mandaron a detener, me detuve y los agentes me dijeron que tenían que revisar el vehículo, a lo cual me opuse porque no estaba presente un fiscal”, precisó.
Detalló que luego los militares lo esposaron y lo llevaron a la fortaleza Duarte y allí, sin la presencia de un fiscal, revisaron su carro, en donde supuestamente “apareció” la droga.
Explicó que cuando fue llevado a la fiscalía, la fiscal adjunta Masiel Fernández fue informada de la situación y luego envió a buscar a los agentes para que devolvieran el dinero robado, pero que éstos alegan no tenerlo.
“Ahora el dinero no aparece, y pese a esto, el G-2 me fabricó un expediente”, afirmó.
Advirtió que llevará el caso hasta las últimas consecuencias, porque la sociedad no puede permitir que estos agentes continúen actuando como delincuentes, en lugar de proteger a la ciudadanía.
Nota de Francisco Calderón
Fuente acento
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