Rodríguez, escribió que "estoy muy apenado por lo sucedido. No sé si mi mente no, pero tengo un corazón fuerte que me dice que esto nunca debió suceder".
El acusado, de 23 años de edad, le dijo a la camarera de 20, que "esta situación se está chupando mi vida y estoy atrapado en las drogas, pero no soy una mala persona".
Añade en la misiva que "soy muy amable y buena persona y trato de leer La Biblia todo el tiempo y analizo cómo me he comportado respecto a los demás".
Rodríguez, quien fechó la carta el 17 de julio, estando en custodia policial, les dijo a los investigadores que tomó el tren C con rumbo a la calle 168 en el Alto Manhattan y avenida Broadway y luego de salir a la superficie, vio a la víctima y la siguió hasta el edificio donde ella vive.
Confesó que lo que quería hacer "era hablar con ella, porque me sonrió y pensé que me estaba coqueteando".
Después que la mujer entró a su apartamento, Rodríguez, le tocó la campanilla de la puerta principal y cuando ella le abrió la forzó a entrar.
Según el documento de la corte, la camarera, le rogó que no la violara porque es virgen.
"Nunca quise hacerle daño. Fue el diablo quien me arrastró hacia abajo… perdóname por favor y vive tu sueño siendo una de las mujeres más felices de la tierra", añade Rodríguez en la carta.
El prevenido de 6´3 pies de estatura, se declaró no culpable de la violación, a pesar de la confesión a la policía y en la carta que envió a la camarera.
Fue instruido oficialmente de ese y otros cargos el martes en la Corte Suprema Estatal de Manhattan.
Por Miguel Cruz Tejada
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