El pasado fin de semana decenas de guardias dela Fuerza Aérea Dominicana salieron a las calles de San Luis y San Isidro a combatir la chikungunya.
Los transportaron en un autobús achacoso que, de repente, se puso de "remolón" y ya no quiso prender.
Podría decirse que a la guagua le dio "la chikungunya", porque sus hierros dejaron de funcionar.
Ni modo, para seguir con su tarea, los guardias de desmontaron y comenzaron a empujarlo, pero no pudieron moverlo. Persaba demasiado.
En consecuencia, se fueron a cumplir su misión caminando.
Quizás sería mejor que los militares sean dotados de vehículos en mejores condiciones. Creo yo.
Nota de Diego Torres
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